Son muchos los periodistas que, con más seguidores o no, se han ido uniendo a todo esto de publicar sus opiniones por Internet. Gracias a redes sociales como Twitter, Instagram o Facebook cada vez son más los periodistas y otros profesionales de la comunicación que se integran en ella.
No cabe duda que la influencia de estas redes sociales en el mundo han permitido una mayor cercanía e interactividad en cuanto a lo que información trata. En tan solo un par de horas, algo como un vestido que algunos ven blanco y dorado y otros negro y azul puede dar la vuelta al mundo.
No obstante, los periodistas deben de tener una serie de directrices a tener en cuenta a la hora de informar o introducir su opinión en soportes como Twitter, ya que cualquier malinterpretación puede dar lugar a problemas incluso legales, ya que todavía no existe una buena legislación que trate casos de libertad de información frente a la vulneración de otros derechos frente a casos como este.
El periodista si da información que el considera cierta, su imagen y credibilidad es la que está en juego. Si existiera el caso de que el periodista no estuviera seguro de su credibilidad, tan solo con poner la fuente a la que ha recurrido valdría.
A la hora de opinar es necesario argumentar lo que se dice y más aun los profesionales del periodismo. Sin embargo en soportes de extensión reducida como son las redes sociales de Twitter e Instagram eso se convierte en algo más difícil. En temas delicados es más conveniente dejar una foto o el enlace a alguna web o vídeo donde el periodista manifiesta su opinión con un breve tweet que indique el tema.
– Juan José Martínez Gutiérrez
